A contrarreloj. Paul Davis
Empezamos a registrar la casa, peinándola cada uno por nuestra cuenta. Había un acuerdo implícito. Si alguien encontraba relojes o joyas debía avisarme a Franz o a mí para poderlas analizar. Cualquier otra cuestión sería responsabilidad de John Newman. Estaba bastante convencido de que encontraríamos algún reloj o joya de valor. Una pieza que nos […] Llegir més...
—¡Para aquí! —le pedí a Franz. Estábamos ante una franquicia de una popular cadena de tiendas de telefonía. Por el riesgo de que nuestros teléfonos estuvieran también comprometidos no quedaba otra que hacernos con una tarjeta nueva y otro terminal. Bajé del Volvo estacionado en doble fila sobre el luminoso escaparate de la tienda y […] Llegir més...
Desperté en el banco de un parque de una zona que reconocía. Estaba cercana a “La Buganvilla”, así que me dispuse a llegar al bungalow a pie. Miré el Casio GPR-B1000 de mi muñeca. Eran las cuatro de la tarde. O bien me retuvieron en un lugar distante, o bien me tuvieron cautivo más tiempo […] Llegir més...
Desperté a las nueve de la mañana pasadas. Adriana aún dormía justo en el otro extremo de la cama. Aún completamente desnuda. Me vestí con las bermudas del día anterior, y salí en dirección al bungalow de las chicas. En la puerta estaba el Volvo XC90 T8 estacionado y, probablemente, en su interior, estuvieran Stella, […] Llegir més...
De vuelta a nuestro presidio, es decir, al bungalow de ‘La Buganvilla’, empezaba a anochecer. Franz había insistido en acompañarme al bungalow doce, no sabía si por lo de presionar a Adriana Bengtsson o para conocer a las dos amigas que ella me había mencionado que la acompañaban. —Paul, ¡qué sorpresa volver a verte! Pasa, […] Llegir més...
— ¿Ha venido usted solo?— continuó la mujer con su interrogatorio. —No, estoy acompañado. —Vaya… ¿Con su mujer?— dijo un tanto decepcionada. —En absoluto, con un amigo— le indiqué señalando a Franz que tomaba el sol dentro de la piscina. —Es un alivio— admitió con descaro—. Yo he venido también con dos amigas. Aquí no […] Llegir més...